Entre un buen café y las crisis existenciales

El primer café de la mañana (Diego Galdino, 2014)

Hay títulos de libros que nos llaman a gritos, que nos buscan y que van a ser leídos si o si... ahhh, en honor a la verdad, si se tratara de un libro de autoayuda nada me haría leerlo, jaja. Pero es que además, una persona a la que le tengo mucho cariño me lo ha regalado porque pensó en mi al ver el título. Como a Massimo, las señales estaban indicándome el camino o más bien le indicaban al libro el camino a mis manos.

El primer café de la mañana (Il primo caffé del mattino), es una bonita, sencilla y bastante bien narrada historia de amor y café. Pero su fuerte no está en la historia de amor en sí misma, esa me pareció linda, nada más; lo que lo hace agradable -a media tarde de un día de vacaciones mientras se toma uno un café- es la interacción de Massimo con sus amigos y con su hermana; las frases cortas, la dinámica entre ellos le da ritmo y cuerpo a la historia... Eso justo, retomando las mismas figuras del libro, si tomamos al espresso como el ideal, la novela de Galdino es justamente el café con nutella que Massimo (Mino o mejor aun, Meno para entrar en confianzas) le prepara a Geneviève con destreza, porque quiere impresionarla con sus dotes de barista. Pero la relación con Geneviève (cómo me gusta ese nombre!) es tan dulce como la bebida en cuestión, tanto que el exceso de azúcar la hace sentir un poco irreal; pero no porque sea mala, digo hay momentos muy buenos, aunque no son los que ellos comparten, sino en los que no están juntos, el mal humor de Massimo, su nerviosismo casi puberto, sus celos, su investigación para descubrir lo que le ocurre a la damisela en apuros ("Si fuera un personaje de Conan Doyle seguro que no sería Sherlock Holmes"), la dulzura (otra vez caramelo) de Geneviève, que se conoce al leer su diario.

Me he reído con ella, más que suspirado y eso es justamente lo que me gustó, que a pesar de ser una novela romántica con los típicos clichés de la damisela en apuros y el hombre excesivamente culto, cuyo mayor defecto es que ve en Roma el inicio y el fin del mundo (porque sus celos están por demás jutificados por el autor); a pesar de eso y de no ahondar en la psique de los personajes, sabe hacerse llegar y encontrar un lugar propio, partiendo del buen humor (esos geniales 8 pasos del 'To do list' de Massimo, el amigo imaginaio y El Resplandor! y la charla con Carlotta a media traducción) y un protagonista masculino con tantas inseguridades como las que se les suelen colgar a las mujeres en este género.

Yo diría que me ha gustado, que el título le queda bárbaro y que uno se puede pasar un buen rato con la historia... Estoy segura que a quien tenga la vena romántica más a flor de piel y a los zombies controlados, les va a gustar mucho y en una de esas no tarda en aparecer la película (por si aparece un director curioso, en mi cabeza Genviève es igualita a Melanie Laurent jajaja).

"Dios los cría y luego los junta... Sois más empalagosos que una copa de dulce de leche recubierta de miel y nata montada con azúcar: intentad moderaros que me estáis dando apuro" (Carlotta al poder!!)

Perfecto para una tarde tranquila, con un buen y caliente café en la mano.





Gracias Carmi, café en un libro son siempre la combinación pefecta!