viernes, 7 de septiembre de 2012

Mercy (Patrick Hoelck, 2009)



Por razones obvias (al menos para mi) siempre he tenido debilidad por películas sobre escritores, no biopics en si, aunque siempre los hay interesantes, sino personajes sobre un escritor cualquiera, me gustan los procesos creativos que se les ocurren a directores y guionistas.


Mercy es una película independiente de 2009 escrita y protagonizada por Scott Caan, sobre un escritor de novelas románticas que no cree en el amor, que ha vivido bajo la premisa que el amor es una fantasía, no llega a intimar con ninguna mujer, luego del sexo pasa a lo que sigue, hasta que conoce a Mercy, una hermosa crítico literario que destroza su último libro pero cuyas opiniones se ganan su respeto, me acuerdo que cuando me la recomendaron me dijeron aquello de en resumidas cuentas es la historia de chico conoce chica, chico se enamora de chica y de repente algo pasa y así fue. A pesar de la premisa elemental de cualquier historia romántica y de no ser tampoco la mejor película que he visto, es un relato que te mantiene atento, y con saltos en el tiempo de manera que tienes una idea de lo que va a ocurrir pero vas llenado los espacios en blanco.

Los diálogos son en mi opinión lo mejor de la película, sobre todo los largos y las historias que narran los personajes. 




Con relación al escritor, el elemento real por el que la vi, hay una crítica pequeñita pero que ahí está, a la industria de los libros, cuando Johnny (el personaje de S. Caan) escribe libros que carecen de sustancia recibe aclamaciones, cuando su obra es hipocresía tiene las mejores críticas y en el momento que quiere dar algo más, que tiene algo que aportar a sus historias, la crítica lo pasa de lado. Como película sobre un escritor, aunque sea realmente sobre superar los miedos, amar sin restricciones y demás, como historia de un escritor muestra una evolución en el personaje, su obra tiene fuerza y profundidad en la medida que su vida tiene un poco de sustancia, se bloquea (su último capítulo tardó 1 año en ver la luz), ama, sufre y escribe en una máquina de las viejas, de esas que tanto se mitifican al hablar de los escritores. 

La historia de amor de un escritor siempre tiene algo que contar... y esta lo hace, sobre el escritor mismo y su proceso creativo, sobre los miedos y fantasmas y sobre como incorporar el dolor ha sido siempre la principal catarsis de quien escribe.


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