Película Inglesa de 2009, dirigida por Andrea Arnold y protagonizada por Katie Jarvis y Michael Fassbender. Me gustó la historia, me gusto no saber que esperar.
Es la historia de Mia, adolescente rebelde, difícil, temperamental, descuidada por su madre, solitaria, que se refugia en el baile. Hija de una madre soltera y hermana de una niña bastante precoz, la historia sigue a Mia, la ve interactuar con el resto de personajes, pelear batallas que son al final de cuentas parte de una guerra consigo misma y con el mundo que la rodea; de estas relaciones la más significatica es con Connor, el novio de turno de su mamá y que a veces actúa de manera paternal, otras de forma nada paternal.
Ella baila para evadirse, para ser feliz, es un poco como la yegua a la que quiere ayudar, abandonada a su suerte, atrapada y solitaria.
Ella baila para evadirse, para ser feliz, es un poco como la yegua a la que quiere ayudar, abandonada a su suerte, atrapada y solitaria.
Katie Jarvis hace una Mía que te estremece, que te lleva por caminos difíciles, que busca generar confusión y lo logra de una manera muy inteligente, yo no sabía si compadecerla o darle una bofetada.
La relación que surge entre Connor y ella es complicada, Mia se siente atraida por él pero al mismo tiempo lo rechaza, lo busca y lo repele; su cercanía a su madre, sus propias ideas y necesidades la mantiene en un estira y afloja que se apodera de la historia y que aderazada por el hip hop que baila Mia, son el marco en el que se desarrolla esa búsqueda personal de la joven para afrontar su realidad y acercarse a sus ambiciones.
Me gustó la banda sonora, una selección bastante recomendable de hip hop y Bobby Womack con su California Dreamin.
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