sábado, 25 de mayo de 2013

miércoles, 10 de abril de 2013

Microproblema

When she was here - Joe Sorren



Microproblema

Si le sumo mi soledad a la tuya
qué es lo que obtengo a cambio
¿dos soledades o ninguna?.

Ajo, Micropoemas, Madrid, La Luz Roja, 2010.

viernes, 8 de marzo de 2013

8 de marzo


Proyecto de las Naciones Unidas "One Woman: A Song for UN Women" 


El 8 de marzo, no es un día para celebrar, es un día para recordar que en el mundo no hay igualdad, que la mitad de la población vive permanentemente en situación de inequidad, que las cosas están mal. También es un día para seguir en pie de lucha, no para competir con los hombres en plan de quien es mejor que el otro, sino para ser iguales, para luchar por lo mismo.

Yo no soy feminista, no soy machista, no veo diferencias entre hombres y mujeres, más de las que veo entre las mismas mujeres, o entre los hombres, veo personas, veo individuos con características que los hace únicos (si, aun cuando algunos se esfuerzan por ser más de lo mismo), no creo en la deformación del lenguaje como reivindicación de nada (la @ es una medida o una referencia para los correos electrónicos, no un signo linguístico), no me gustan las acciones afirmativas, ni la discriminación positiva (discriminación es discriminación), no voy a aplaudir ningún esfuerzo que me convierta en un segregado de la sociedad, no me gustan los institutos de las mujeres, las leyes para las mujeres, antes de ser mujer soy persona, mi ley es la misma que la que protege a los hombres, los principios básicos que reconozco están contenidos en la constitución; las leyes especiales, las políticas especiales solo me recuerdan lo poco que hace el gobierno (elijan cualquiera) para que las estructuras sociales generen igualdad, una ley de acción positiva no es la solución, no para mi... no me gusta la discriminación positiva porque es solo un placebo; si, me queda claro que en determinado momento son necesarias, que muchas sociedades las ven como logros, pero una ley no soluciona nada, una medallita al cuello el 8 de marzo no soluciona nada, un listón es solo un listón hasta que le demos verdadero significado, hasta que las cosas cambien realmente.


jueves, 14 de febrero de 2013

martes, 12 de febrero de 2013

50 shades of bad writing....



Llegué a leer poco más de 20 páginas antes de saltar a las escenas que se supone justifican la porquería de libros y la verdad es que mis neuronas han hecho harakiri; mal escrito, escenas sexuales aburridas y un retrato de un estilo de vida que la pseudoescritora ni siquiera se tomó la molestia en investigar, un asco de libro, no por el tema, por todo lo que implica un libro, porque eso no es un obra literaria, no es ni material de intestino.

Uno de los reviews más simpáticos que he leído son precisamente a causa de la destrucción estructutal de las ideas detrás de la cosa esa, Katrina Passick Lumsden, es brillante.
Imperdibles!

domingo, 13 de enero de 2013

La señorita Metomeentodo Poste

Cold Comfort Farm - Roz Chast (Illustration)


Flora Poste, La hija de Robert Poste, es eso, tal como dice el libro de ella y de Joan, una metomeentodo (y de Joan no nos consta, la que lo piensa es Flora). Había leído tanto sobre este libro que tenía muchísimas ganas de leerlo, quería reírme sin parar como decían quienes lo habían leído antes, quería disfrutar sin mayores exigencias, quería un libro que no fuera a para al congelador. 

A mi no me hizo reír tanto, no me pareció tan gracioso y aun así fue amena su lectura, en muchos puntos aun deseando estrangular a Flora, porque Flora es demasiado Flora y aunque no se da cuenta es también demasiado Ada Doom, al igual que la terrible señora que vio algo muy feo en  la leñería ("I saw something nasty in the woodshed"), Flora cree saber lo que todos necesitan y mueve las cosas para que hagan lo que ella quiere, es cruel por momentos, despectiva, prejuiciosa, mal educada, insolente y aun así Stella Gibbons encuentra la manera de hacerla simpática.

Sus planes funcionan, porque la tía Ada está medio loca, no como ella dice, sino en términos más mundanos, porque las conversaciones y soluciones difíciles no están escritas, toca adivinarlas, por eso funcionan, los diálogos complejos y demasiadas explicaciones habrían hecho de la novela algo pesado y poco creíble.

La aparición de Charles es justa, medida, linda incluso, aparece tan poco, pero las referencias a él son justas, suficientes para tenerlo presente, para saber que va a ser importante, en mi caso para tomarle más cariño que a la propia Flora.

Fresco, simpático, nada del otro mundo pero entretenido, no como para reír todo el rato pero lo suficiente como para pasar un momento agradable.

Penguin Clasics Deluxe Edition - Cold Comfort Farm Cover
Roz Chast