"Hola, mi nombre es Harold Crick y creo que usted está escribiendo una historia sobre mi"
Los personajes que cobran vida, incluso aquellos que como Harold Crick existen de forma paralela, ejercen en mi una fascinación que creo va más a allá de lo que puedo explicar, por eso mismo amo esta película.
Si un día, que debería ser igual de rutinario que cada los demás, uno se despierta escuchando una voz en off que narra cada detalle de lo que hacemos y que incluso va un segundo por delante, pensar que nos hemos vuelto locos es más saludable que suponer que hay alguien que nos escribe.
La posibilidad de ser producto de la imaginación de alguien más ha rondado más de una vez mi mente, no porque clame que efectivamente lo sea, sino porque cuando uno no tiene nada útil que hacer piensa de más y yo pienso de más incluso cuando tengo algo útil que hacer. Pero si, más alguna vez me he imaginado como parte de la creación surreal... realmente no, más bien como parte de la comedia dramática que escribe alguien que tampoco tiene mucho que hacer.
Que no se mal interprete, no me asumo como la nueva Lizzie Bennet (aunque jamás renegaría de Darcy), ni me considero la reinterpretación de Montecristo; tampoco asumo que de ser un personaje el libro que me contuviera sería candidato a un Pulitzer o a best seller, es solo que a veces, cuando no tengo nada mejor que hacer mi mente se desvía más de lo necesario.
Para quien no la haya visto, Stranger than Fiction, o Más extraño que la Ficción, es una película de 2006, de Mark Foster, que cuenta la vida de Harold Crick (Will Ferrel), un tipo simple, metódico, rutinario y numérico que se da cuanta un día que su vida parece que está siendo narrada, las opciones son: estar volviéndose loco o efectivamente ser un personaje, lo que lo lleva a una búsqueda primero para determinar si su vida es parte de una comedia o de una tragedia y segundo para evitar una tragedia. La escritora (Emma Thomson), que resulta ser sumamente famosa y críticamente aclamada, sufre un bloqueo y no cree ser capaz de escribir, pero lo sigue intentando (mucho tiene que ver la presión de la editorial para que termine su nuevo libro... el de Harold).
SPOILERS...
Stranger Than Fiction by Bryan Berlin |
¿La escritora se niega a matar a su personaje?
Más allá de si es una metáfora o solo fantasía, Karen, la escritora, es la que determina la vida de Harold, lo ha creado, lo ha visto crecer mientras se relaciona con el resto del mundo, lo ha visto enamorarse y lo ha descubierto luchar en contra de un destino fatal. Escribe el final que el libro pide pero ya no es capaz de desprenderse del personaje. Harold ahora es real para ella, lo ha visto, lo ha tocado y decidir matarlo ya no es tan simple. Si nos quedamos con la metáfora, la pregunta es si es el personaje quien quiere vivir o la si es la escritora la que quiere que el personaje viva... si ya se, parece que hoy tampoco tengo mucho que hacer y veo personajes en busca de autro por todas partes.
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