The Raven (James McTeigue, 2012)

¡Cuervos! A eso llamo yo un péndulo. Imposible no reparar en lo monumental del péndulo, en lo gore de la escena, el péndulo y los gritos, el péndulo y la sangre... el péndulo y el silencio; pero al mismo tiempo no es el péndulo, porque la historia no va por ese lado, porque la historia del hombre que sabe que va a morir no es la razón de ser, lo que importa es el asesino.

The Raven es una historia ficticia sobre Poe, la especulación de su muerte, sus últimos días y su vinculación con la investigación policial sobre un asesino en serie que utiliza como inspiración sus historias. James McTeigue es el director y a Poe lo interpreta John Cusack. La crítica no ha sido particularmente amable con la película, a mi me parece que tiene sus momentos, pero nada más, al menso yo esperaba ver más de Poe, no el Poe cliché, le Poe mente creadora, y al final me quedé con el primero, eso, a la película lo que le falta es Poe, y eso no es culpa de Cusack.


La parte que corresponde al escritor inicia con el bloqueo, la frustración por su trabajo, el desgano por su obra, que pareciera no motivarlo para luego caer en cuenta que sus historias macabras están inspirando a un asesino, luego desaparece el escritor y comienza la parte de las pesquisas... luego un juego contra tiempo en el que debe escribir para que el asesino lo lea.

Uno sabe que Poe sufre, porque nos lo dicen, sabe que está enamorado de Emily Hamilton (Alice Eve), la damisela en peligro a la que debe rescatar y sabe que es Poe, pero la historia no es sobre el escritor, sino sobre la figura y sobre asesinatos.

Yo me quedo con los cuervos, la música y sobre todo con el péndulo.