Del cine barsileño no he visto todo lo que quisiera, pero cada vez que veo algo termino con ganas de más, Estômago es una película inteligente, bien planteada, sensual, analítica, cálida, un enfoque distinto, no el usual realismo hiperinflado, que me deja llena de desesperanza; es un realismo acomedido, un realismo que toca fondo pero al igual que Nonato va emergiendo hasta llegar a la cama de arriba.
Estômago (2008) está dirigida por Marcos Jorge y protagonizada por João Miguel (Nonato), Fabiula Nascimento (Íria); él te deja sentir a Raimundo Nonato, con su ingenuidad, su talento, sus ambiciones tan simples y tan profundas; ella magistral, encantadora, seductora y coqueta, con una gula que supera cualquer otro pecado.
La película sigue a Nonato desde su arribo a la ciudad, juega con el tiempo y narra una historia de comida, debilidad, sexo, amor y ambiciones. La cárcel, la cocina, una prostituta, sexo por comida, un cocinero, un presidiario, un hombre enamorado. Aborda de manera muy crítica la situación alimentaria en las carceles brasileñas sin que sea ese el fondo de la historia, es solo el contexto que permite conocer mejor a Nonato y como hasta la comida echada a perder sabe mejor con un poquito de romero.
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