Pride&Prejudice (Joe Wright, 2005)

Película de Joe Wright de 2005, con Keira Knightley, Matthew Macfadyen, Donald Sutherland, Brenda Blethyn, Judy Dench y Simon Woods.

Yo amo esta película, así, de manera visceral y simple, Joe Wright hace una interpretación maravillosa de una obra magistral, se toma su tiempo, te hace seguir sus pasos, conduce los sentidos, creo que esa es la nota característica de su trabajo, que es sumamente sensorial, la luz del sol, la lluvia, el amanecer, la noche, son figuras poéticas que estimulan los sentidos.

A mi no me gustó la serie, quizá soy el único ser humano sobre la tierra, viviré con eso, Colin Firth y su Mr. Darcy es otra cosa, su labor histriónica es sobresaliente, pero en el tema de química conmigo no me hace ni click, ni cosquillitas y eso que es un actor que me gusta, así que cuando vi la serie yo esperaba alucinar, repito, él en cuestión de actuación está estupendo, ningún otro actor me gustó y Elhe, ni me di cuenta cuando estaba en escena, dicho lo anterior agrego tan solo que no la comparo con la película, es otra versión de P&P.

Volviendo a la opera prima de Joe Wright, desde un punto de vista del espectador que ama el cine, la película es impecable, la atención a los detalles, el juego de luces, las tomas lejos muy lejos-cerca muy cerca, las locaciones, la elección de Chatsworth como Pemberley, tan llena de luz y tan contrastante con Burghley House, mucho más oscura como Roisings, las escenas de los bailes, las mujeres de blanco, el resto del mundo que se desvanece mientras los protagonistas bailan, la maravillosa y hermosísima banda sonora de Dario Marianelli, Jean-Yves Thibaudet con esa entrada que es un sueño y que me corta el aliento, el eterno sonido de un ave tras Lizzie.

Si para mi eso era ya vivir un sueño, si JW me tenía cautivada, el Mr. Darcy de Matthew Macfadyen me sedujo, me quitó el habla y los pensamientos; cuando uno ama un libro puede llegar a olvidar que lo que ve en la pantalla es la interpretación de un director, que los actores no interpretan el libro sino un guión y que hacerlo de la manera que quiere el director es la única opción, Macfadyen hace un Mr. Darcy que seduce, que enternece, que con una mirada lo dice todo, que marca cada cambio segun crece su amor por Lizzie, de su expresión en la primera escena a su sonrisa en la escena en Pemberley el cambio es maravilloso, casi parece otra persona. Sobre la filosofía del personaje, Jane Austen tampoco es que explique tanto, deja mucho a la imaginación y ahí es donde entran Wright y Macfadyen.

Como nota meramente personal, el día que la vi en el cine, cuando entra Darcy, casi me caigo de mi butaca, yo no conocía al actor pero era lo más cercano a lo que mi mente imaginó la primera vez que leí P&P.

A mi me encanta Keira, y su Lizzie es maravillosa, joven, fresca, impertinente, me encantan sus gestos, me gusta que no me guste, porque a mi Lizzie es un personaje que no me termina de gustar o mejor dicho que me gusta como está armado, pero que no me genera todas las simpatías del mundo, Keira sabe llevar el personaje, sabe ser Lizzie, una Lizzie acorde a la edad, una Lizzie que suena impertinente pero que es alegre, que se va enamorando de a poco.

Me gustó mucho la química de Macfadyen y Knightley, la tensión sexual que maneja el director, ese casi beso luego de la primera propuesta, las miradas, el cambio de la situación de poder entre Lizzie y Darcy.

Sobre la idea más rural de los Bennet, a mi me gusta, me gusta el cerdo, me gusta que Lizzie se vea desarreglada, como si no plancharan sus vestidos, que no estén a la moda, que sus hermanas vistan de colores llamativos, porque eso me hace entender un poco más a Mr. Darcy y sus razones para no querer quererla.

Del final, yo me quedo con la imagen de ellos cuando amanece, tomados de las manos, frente con frente, ahí le pongo el punto final, porque es lo más romantico que existe en el cine, nada se le compara, cualquier escena adicional es un extra.

Maravillosa, imprescindible, inmejorable!